UN ANTÍDOTO CONTRA
EL FUNDAMENTALISMO
Artículo escrito
por el Pbro. Luis Fernando
Valdés, Doctor en Teología.
Francisco realiza su
primera visita a África. En este viaje a las periferias del mundo el Papa
denunció la pobreza como raíz de la violencia y del terrorismo, pero ¿su
mensaje está dirigido sólo a los africanos?
1.- ¿Para qué un viaje papal a África? La evangelización
de este Continente es relativamente reciente (s. XIX), pero África tiene una
importancia estratégica para la Iglesia, pues representa la población con más
jóvenes en el mundo.
Además, África sufre
de pobreza por los excesos comerciales de Occidente. Por eso, los mensajes del
Santo Padre a la sociedad africana son también una gran llamada de atención a
las políticas de las más naciones desarrolladas.
2.- Violencia, terrorismo y religión. En Kenia, el
Santo Padre se reunió con líderes de diversas confesiones cristianas como la
anglicana y la evangélica, junto con los de otras religiones como la musulmana.
El Papa con este
gesto salió al paso del prejuicio cultural de que las religiones fomentan la
violencia, porque desean imponer a los otros su propio credo. El Pontífice
recordó a los jerarcas religiosos que “es muy importante que se nos reconozca
como profetas de paz, constructores de paz que invitan a otros a vivir en paz,
armonía y respeto mutuo”.
Francisco también
habló con fuerza contra los que usan la violencia en nombre de Dios. Primero,
recordó a las víctimas del terrorismo islámico que sufrieron los ataques de
Westgate Mall, al Garissa University College y en Mandera. Y luego afirmó que “el Dios a quien buscamos servir es un Dios
de la paz. Su santo Nombre no debe ser usado jamás para justificar el odio y la
violencia”. (VIS, 26 nov.
2015)
3.- Compromiso social. Francisco es un Papa de signos
elocuentes. Visitó una de las periferias más pobres de Kenia: el barrio de
Kangemi. Y desde ese foro pronunció un estupendo discurso en
defensa de los pobres.
El Papa, que ha
desarrollado personalmente una gran labor pastoral en las periferias de Buenos
Aires, afirmó en Kangemi que “la deuda social, la deuda ambiental con los
pobres de las ciudades se paga haciendo efectivo el derecho sagrado a las ‘tres
T’: tierra, techo y trabajo. No es filantropía, es una obligación de todos”.
El Santo Padre
denunció también “la atroz injusticia de
la marginación urbana”, la cual produce “heridas que son provocadas por minorías que concentran el poder, la
riqueza y derrocan con egoísmo”, mientras que “crecientes mayorías deben refugiarse en periferias abandonadas,
contaminadas, y descartadas”. (VIS, 27 nov.
2015)
4.- Ecología, pobreza y tráfico ilegal. El Obispo de
Roma acudió al “cuartel general” de la ONU en África, donde puso en guardia
contra la cultura de la globalización de la indiferencia y del descarte.
Ahí de nuevo el Papa
insistió que la pobreza es causa de la violencia y la destrucción. Denunció que
“los tráficos ilegales que crecen en un
ambiente de pobreza y que, a su vez alimentan la pobreza y la exclusión” y
que el comercio ilegal (de diamantes, animales, etc.) “alimenta la inestabilidad política, el crimen organizado y el
terrorismo”.
Estos mensajes del
Papa, pronunciados en el corazón de África, también son para nosotros. En
realidad, estos discursos pueden ser como una “vacuna”, para que esos problemas
sociales no se propaguen en nuestra sociedad latinoamericana.
Es el “antídoto” de
la solidaridad, que remedie eficazmente la pobreza y la injusticia que están en
la raíz de la violencia, que son ‘caldo de cultivo’ para los fundamentalismos
religiosos, y que destruyen los recursos naturales de nuestra casa común.

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